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El desafío de la movilidad ciclista y sostenible en la #CDMX

  • Foto del escritor: Efrain Delgadillo
    Efrain Delgadillo
  • 19 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

Cada trayecto en la Ciudad de México es un reflejo de su complejidad: desigualdad social, contaminación y tiempos de traslado interminables. En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se realizan más de 34 millones de viajes diarios, de los cuales 19 millones tienen como destino u origen la Ciudad de México. Este intenso flujo de movilidad no solo impacta la calidad de vida de las personas, sino que también moldea la forma en que se experimenta y vive la ciudad. En este escenario, la bicicleta surge como un símbolo de esperanza: una alternativa sostenible que nos invita a replantear cómo nos movemos y cómo habitamos nuestro entorno.


Un tránsito que ahoga


La Ciudad de México es un laberinto de retos. Diversos estudios indican que, en la Ciudad de México, los traslados al trabajo durante las horas pico matutinas (de 7:00 a 9:00 am) se ven severamente impactados por la congestión vehicular. Los trayectos en automóvil pueden extenderse hasta una hora, mientras que quienes dependen del transporte público llegan a invertir hora y media o más. En los últimos cinco años, los tiempos de traslado han aumentado entre 15 y 20 minutos adicionales. Pero el problema no se detiene ahí: más del 50% de los combustibles fósiles consumidos en la región provienen del transporte, agravando una contaminación que ya es crítica en una cuenca cerrada.


A pesar de ser económica, saludable y libre de emisiones, la bicicleta aún enfrenta barreras. La falta de una red ciclista integral, sumada a la fragmentación institucional entre niveles de gobierno, limita su adopción. Además, las mujeres, que enfrentan mayores riesgos de seguridad y restricciones de accesibilidad, han sido históricamente excluidas del diseño de las políticas de movilidad.


Pedaleando hacia el cambio


No obstante, los últimos años han demostrado que es posible avanzar. El programa Ecobici, lanzado en 2010, marcó el inicio de una política de movilidad ciclista formal. Su expansión ha sido notable: en 2024, el sistema ya cuenta con 9,300 bicicletas y 687 estaciones, alcanzando un récord de 82,595 viajes diarios.

En cuanto a infraestructura, la red ciclista se ha casi duplicado, creciendo de 274 a 533 kilómetros entre 2018 y 2024. Nuevas ciclovías conectan puntos estratégicos como Álvaro Obregón, Insurgentes y Tláhuac. Además, biciestacionamientos masivos han comenzado a integrarse con el transporte público, facilitando transbordos y fortaleciendo la intermodalidad.



Ilustración 1. Comparativo de la infraestructura ciclista 2018-2024Fuente: SEMOVI, 2024.

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Otro ejemplo de éxito es el Paseo Dominical "Muévete en Bici". Desde su inicio en 2007, este evento ha convertido las calles en espacios recreativos y de convivencia, promoviendo una visión más humana de la ciudad y consolidándose como una herramienta de cambio cultural.


Retos aún por superar


A pesar de los avances, los desafíos persisten. La desconexión entre la Ciudad de México y su zona conurbada impide una estrategia integral de movilidad. Los trayectos intermunicipales, esenciales para miles de personas, siguen sin una adecuada conexión ciclista.


La inclusión de una perspectiva de género es otro tema urgente. Las mujeres priorizan rutas bien iluminadas y seguras, pero estas características no siempre se consideran al planificar la infraestructura. Además, la distribución de ciclovías e inversiones sigue siendo desigual, favoreciendo las zonas centrales y dejando a las periferias en desventaja, perpetuando las brechas sociales existentes.


Un futuro en construcción


El camino hacia una movilidad verdaderamente sostenible y equitativa exige ir más allá de lo alcanzado. Es necesario extender la infraestructura hacia las periferias, garantizar su interconexión con otros medios de transporte y fomentar una coordinación efectiva entre autoridades. Pero, sobre todo, urge incluir las voces de los usuarios, especialmente mujeres y comunidades marginadas, en el diseño de políticas públicas.

 

La bicicleta tiene el poder de transformar no solo la movilidad, sino también las dinámicas sociales y ambientales de la Ciudad de México. Lograrlo requiere un esfuerzo colectivo que valore cada pedaleo como un paso hacia un futuro más justo, accesible y sostenible. La ciudad ha avanzado, pero el verdadero cambio está aún por alcanzarse. Cada uno de nosotros tiene un papel en esta revolución: un viaje a la vez.



Referencias:


de la Paz Díaz Vázquez, M. S. (2017). La bicicleta en la movilidad cotidiana: experiencias de mujeres que habitan la Ciudad de México. Revista Transporte Y Territorio, (16), 112-126. https://doi.org/10.34096/rtt.i16.3605

Gobierno de la Ciudad de México (2018). Inventario de emisiones de la ZMVM. Recuperado de http://www.aire.cdmx.gob.mx/default.php?opc=Z6BhnmI=&dc=Zg==

SEMOVI (2019). Programa Integral de Movilidad 2019-2024. Gobierno de la Ciudad de México.

SEMOVI. (2021). Programa Integral de Movilidad 2020-2024. Recuperado de: https://www.semovi.cdmx.gob.mx/storage/app/media/PIM-2019-2024_.pdf

SEMOVI (2024). Conteo ciclista 2024. Secretaría de Movilidad, Gobierno de la Ciudad de México.

Suárez-Lastra, M., Galindo-Pérez, C., & Reyes-García, V. (2022). Plan Bici CDMX: una estrategia de movilidad en bicicleta para Ciudad de México. Ciudad y Territorio Estudios Territoriales, 54(213), 665-682.

 

 

 

 

 

 
 
 

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