La mala voluntad
- Efrain Delgadillo

- hace 17 minutos
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Las competencias deportivas a nivel internacional son "una causa segura de mala voluntad". George Orwell lo afirmó de esta manera en su obra "El espíritu deportivo". Según Orwell, la competencia deportiva, sobre todo a nivel global, no promueve la unidad y la buena voluntad entre los países; por el contrario, es una fuente de hostilidad, rivalidad y nacionalismo extremo. Afirmaba que cuando se confrontan los equipos nacionales, tanto los espectadores como los jugadores mismos son frecuentemente arrastrados por sentimientos de chauvinismo, convirtiendo el juego en una "guerra sin armas" y, en consecuencia, en una "fuente segura de mala voluntad".
En cada torneo internacional acuden visitantes extranjeros para apoyar a sus equipos; los mexicanos son reconocidos mundialmente por su peculiar estilo de llamar la atención, ya sea con sus sombreros, cantos, bailes y fiestas. Como anfitriones, México es particularmente conocido por su amabilidad y hospitalidad. Al menos esto ha sido en los dos pasados mundiales que se celebraron en nuestro país.
También se han empleado los eventos deportivos para exhibir el progreso, la paz, la fuerza y como instrumentos de propaganda política. Un ejemplo notable de propaganda política en los Juegos Olímpicos tuvo lugar en 1936, cuando Adolfo Hitler y su gobierno utilizaron la plataforma olímpica para tratar de demostrar la preeminencia aria y la fuerza del régimen nazi alemán. En 1968, en los Juegos Olímpicos de México, Tommie Smith y John Carlos, deportistas de Estados Unidos, manifestaron su descontento con la discriminación racial en ese país haciendo el saludo del poder negro desde el podio mientras sonaba el himno nacional.
Recientemente se canceló en la famosa “Vuelta a España”. Las autoridades de España indicaron que la cancelación de la Vuelta a España fue una consecuencia de las protestas en contra de Palestina que tuvieron lugar en el país. Más de 100.000 personas participaron en los últimos disturbios, lo que provocó que el último Grand Tour del año se redujera y que los organizadores tuvieran que terminar una serie de interrupciones el domingo.
En México se han realizado tres torneos deportivos de gran relevancia a nivel global: el Mundial de Fútbol, en 1970 y también en 1986, así como las Olimpiadas en el año 1968. Ahora nuevamente seremos la sede del mundial de futbol. Este se celebrará del jueves 11 de junio al domingo 19 de julio de 2026, con actividad en 16 ciudades diferentes ubicadas en las tres naciones anfitrionas; en México, la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey serán sedes.
Para la mayoría de los mexicanos, 1968 se recuerda por las manifestaciones estudiantiles y la masacre de Tlatelolco. Nadie recuerda si se ganaron medallas o quiénes compitieron.
El “Movimiento estudiantil” tenía metas muy modestas: entre otras, la remoción de jefes de la policía y la derogación del delito de disidencia política. No se planteaba derrocar al gobierno y ni de lejos hacer una revolución. Bueno, no se pedían ni elecciones limpias ni creación de un órgano autónomo para las elecciones. Era simple: libertad de manifestación, de expresión y de crítica.
Aunque a algunos les disguste la democratización de México y la alternancia del gobierno que incluye a Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador, es fruto de este movimiento estudiantil de 1968. Con Andrés Manuel López Obrador, por primera y única vez en la historia de este país, la izquierda ha llegado al poder en un marco de libertad y por la vía democrática.
La llamada Generación Z se manifestó el 15 de noviembre pasado. Está compuesta mayoritariamente por jóvenes. Para protestar en México durante el gobierno actual hay múltiples motivos, como los 15 mil desaparecidos y los 25 mil muertos. Según la OIT, cuatro de cada diez personas desempleadas en el país tienen entre 20 y 29 años. Existen motivos suficientes para protestar.
Los medios y voceros de los privilegiados del poder en su “nado sincronizado” se dieron prisa por descalificar a la otra parte, con acusaciones sencillas, pero efectivas: son pagados, tienen intereses extraños, son provocadores, etc. Pero nada dicen de las causas.
Como reacción, los críticos del gobierno de la Cuarta Transformación. Indican que estamos viviendo en una dictadura, y que se ha dado represión y linchamiento por parte de los medios. Son la cara opuesta de la misma moneda, no se respetan, se odian y no se oyen entre sí.
En mi opinión, existen motivos válidos que respaldan las manifestaciones. Además, estoy convencido de que el gobierno de la Cuatro Té no es represor y es fruto de una elección justa, y que los programas sociales, a pesar de ser limitados, son un esfuerzo auténtico para luchar contra la desigualdad. Lo afirmo de manera diáfana: Los integrantes de la Generación Z no son los estudiantes del 68, y Cuatro T no es el PRI de los años setenta.
La pelota está en su campo y tienen que comenzar a reconocer al otro. Comprender que hay motivos para el descontento es el primer paso para solucionar los problemas. Ante la proximidad del Mundial de Fútbol, las autoridades de Cuatro Té, desde el nivel municipal hasta el federal, deben hacerlo. Es hora de que se escuchen mutuamente.
Acusaron de una inversión en redes sociales y medios sociales. No tengo dudas. No obstante, es verdad que pertenecen a la Generación Z y son los medios a su alcance. Los estudiantes de 1968 no tuvieron acceso a teléfonos móviles, internet, redes sociales, cámaras digitales, etcétera. La generación Z sí cuenta con estos recursos. ¿Por qué no habrían de usarlos?
El torneo de fútbol mundial empieza en junio. Los gobiernos estatales y federales tienen tiempo para iniciar diálogos respetuosos entre sí. De lo contrario, seremos un asunto internacional y experimentaremos, como ahora, fuga de capitales y presiones de Estados Unidos.
Los disconformes, con razón, recurrirán a la movilización física y digital. Porque, como anticipó Octavio Paz en su obra El laberinto de la soledad: "Ahora somos contemporáneos de todos los hombres". Asumimos las transformaciones culturales de la época, incluyendo la tecnología, la moda, la vestimenta, la música, los medios de comunicación y las tecnologías.
El Mundial de fútbol tiene el potencial de ser utilizado como propaganda para la Cuatro Té, como un ámbito para expresar las demandas justificadas y también para demostrar que los mexicanos tenemos la capacidad de dialogar y respetarnos. Es hora de mostrar buena voluntad.




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