Los estados del Ser.
- Efrain Delgadillo

- 12 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 nov 2024
Me vibras desde el pecho hasta el dedo más pequeño de mi pie. Me vibras soñando que sería cantante de ópera, jugando a hacer teatro, escribiéndole un versillo a escondidas al primer amor de mi vida. Me lates protestando en la universidad, en cada verso, en cada poema. Me tocas en la obra de teatro escrita con base en una de mis puestas favoritas de bell canto, intentando ser, queriendo estar.
Me vibras en el recuerdo de un escenario, tocando una jarana, cantando, bailando, haciendo que rompiera las barreras de la unipersonalidad, descubriendo el don de la ubicuidad en un escenario que solo el artista conoce .Este artículo he decidido sin verdad, sin retórica, y sin mucha fuente, que el sentimiento dedicárselo a la madre de todos los genios, la progenitora de todos los locos: el arte.
¿Cuántas veces nos empeñamos en enseñar ciencias duras? (que, ojo, son necesarias) pero dejamos en cambio de lado, la más cercana a nosotros, el habla del corazón. En el arte nos late en los sentidos, nos revuelve la vida, despierta el estómago con esas mariposas agradables de cuando uno está enamorado.Nosotros nacemos en el arte y nos cultivamos en la virtud.
El arte mismo está en todos lados :jueces, abogados y políticos no pueden olvidarse de ella. El arte se encuentra rondándonos en cada esquina, esperando el momento exacto para colocarse en nuestro ser y tomar un pedacito de la energía perfecta que la lleve a nacer con nosotros y que nos lleve a nacer con ella. Sírvase pues de abandonarse entre tanto por no creerla necesaria en un cajón de una vieja casa de cultura y sientanse bienaventurados quienes la encuentran como tesoro escondido y la vibran, y la viven, y la tocan y la son.
Es necesario revivir en las escuelas los estados del ser y dejar de enseñar sólo los del arte. Se hace pertinente en esta sociedad en la que los idealistas comienzan a extinguirse enseñar a sentir. Enseñar a sentir lo que sea aprendiendo a contener el miedo, el miedo vivir por que no queremos palpar sino volvernos autómatas que no tengan un rastro de vida, al menos no de humanidad. Por que nos ha dado tanto miedo decir que somos hijos de Adán que prefeririamos serlo de la IA, por que esa




excelente
¡Increíble!